“No olvides que tu posición actual es el resultado de todas las decisiones que has tomado en el pasado”.
La falsa creencia es que la mayoría de la gente cree que lo único que tiene que hacer es cambiar sus decisiones, y con esto será suficiente para transformar la realidad, por desgracia, está visión es demasiado simplista como para lograr un verdadero cambio.
”Eres lo que piensas cada minuto de cada día”
Resumamos esta realidad con una analogía: tus pensamientos son semillas que diariamente estás plantando y de los cuales esperas resultados positivos… ¿Si analizaras la calidad de las semillas cómo las clasificarías? ¿de buena o mala calidad? Cuando te propones cambiar algo de tu vida profesional o personal es necesario comenzar a plantar pensamientos positivos, propositivos, que generen abundancia.
Analízalo de esta forma, es muy simple: ¿cuándo te decides a plantar un árbol de manzanas, qué esperas que dé? Tu objetivo es enfocar tus acciones en los resultados que esperas obtener… Seguramente esperarías un manzano próspero… de igual forma prosperidad y abundancia en todos los aspectos de tu vida.
¡Sólo dependerá de la constancia y el cuidado que le des a tus pensamientos!
La realidad es que la mayoría de las personas se centran en sus carencias, en lo que les falta, en todas sus limitaciones, lo que les produce miedo… por consecuencia, las semillas en su proceso no dan los resultados proyectados…
Uno de los ejemplos más simples de esto es cuando te dices a ti mismo, “No debo olvidar mi objetivo… y ¿qué haces? Se olvida, porque la semilla que sembraste es el tema central de tu sentencia: “olvidar”.
Entonces, ¿cómo superar esta situación? He aquí un ejercicio simple que debe ayudar.
Toma lápiz y papel y escribe una lista de las 20 cosas en las que más piensas todos los días. Puedes empezar por dividir tu vida personal y de negocio; podrías incluso ir más allá diseñando secciones, por ejemplo: salud, relaciones, espiritualidad, o cualquier área que consuma una parte considerable de tu tiempo.
Una vez que hayas terminado el ejercicio, analiza cada pensamiento (semillas) y pregúntate si lo que estás sembrando realmente va a crear la realidad que estás buscando.
Si tu respuesta es un “NO” rotundo, esto será excelente, porque imagínate la diferencia que vas a obtener cuando empieces a plantar las semillas que deseas ver crecer en tu vida.